sábado, 15 de mayo de 2010



LLUEVE.

Día tras día. No está tan mal: es una buena excusa para no salir de casa. Sábado, y la ciudad se ha levantado como acolchada. Sosiego más propio de un domingo.
Me pongo algo encima del pijama y salgo a comprar leche al Aldi. El Aldi, colas de emigrantes en la caja. Soy uno más, me digo. Y está bien recordarse uno mismo en que posición se está. La sociedad danesa te acoje bien en líneas generales, pero existe una indefinible barrera entre los vikingos y los de fuera.No se traspasa. Supongo que es lo mismo en otros, si no en todos, los países.




4 comentarios:

Óscar dijo...

Esas interminables colas del ALDI, que te hacen parar y observar la película de los desarraigados y esas miradas vigías que se cruzan de vez en cuando la tuya, y uno se sorprendse también alerta sin saber por qué, si todo va bien, todo va ba buten, aunque sin glutamato

Manolo dijo...

Bienvenido, filósofo asturiano. Se te añoraba. Nos vemos en agosto? Un abrazo desdecopenhagués, demetrio. Estoy vago esta semana pero intentaré darle al teclado. Chalud!!

Buzo dijo...

Tiene que ser jodido andar por tierras extrañas. Un abrazo Chino Boy.

Manolo dijo...

No te creas que es más jodido que vivir toda una vida en Ávila. Un abrazo Buzo Man.