domingo, 4 de abril de 2010

Sobre la Semana Santa y Caravaggio


Domingo de resurrección en Dinamarca. Son las 8 de la mañana. Hay 5 grados de temperatura y las calles están desiertas. Nada que ver con el jolgorio español en vacaciones de Semana Santa. Los daneses son lo menos religioso que jamás he cocnocido. Viniendo de la ultraconservadora Castilla la Vieja, no deja de chocar. Los muy jodíos de los vikingos no van a organizar una procesión con Cristo crucificado, ni van a asistir a los oficios religiosos, ni siquiera van a comer torrijas, pero vacaciones sí cojen. Claro. Thailandia y otros paraísos están llenos de daneses estos días. A esto yo lo llamaría una bonita manera de recordar la pasión de Jesús, sí señor.


Hasta Junio se celebra en Roma una interesantísima exposición sobre Caravaggio. En el palacio del Quirinale, creo, reunen algunas de las más importantes obras de este genio de la pintura mundial. Yo ando haciendo malabares con el dinero para ver si pudiera dejarme caer por allí con Christina, pero siendo realistas creo que me tendré que quedar en casita. Si alguien va por favor, que me compre el catálogo de la muetsra. Se lo prometo pagar y además agradecérselo de por vida.

Me oís??!!

Parece ser que Caravaggio era un bicho de cuidado, pendenciero, borrachín, mala leche y tuvo que salir pitando de Roma cuando, al parecer, se cargó a un tío. Se fue para el sur, otro listo. Sicilia y Malta, donde moriría en extrañas circunstancias. Asesinado? Quizá. Pero aún así fue capaz de alterar todo el mundo artístico heredero del Renacimiento. Se atrevió a pintar a la virgen tomando como modelo a una prostituta. Os imagiáis el revuelo que se produjo en Roma? 1600 aproximadamente y un tío se atreve a eso y más como pintar del natural modelos de los bajos fondos romanos y mostrarlos como santos, vírgenes, apóstoles y demás estamentos divinos. Aquellos que supieron mirar sus obras con los ojos del arte lo protegerían hasta el final, lo imitarían, lo copiarían y ensalzarían. Pero aquellos que miraron con ojos reaccionarios, y fueron bastantes, lo odiaron e intentaron reducirlo. No lo consiguieron, afortunadamente. O si?

Misterios de la vida.

No me digáis que no es una maravilla esta "Incredulidad de Santo Tomás".

1 comentario:

CARMEN dijo...

Que placer leerte Manolo...y todo lo que aprendo y me enseñas a apreciar y ver con otros ojos. Gracias corason !!!